En 2015 Karlsruhe celebra su cumpleaños número 300. Valga la ocasión para hacer algunas reflexiones. Recorrer las calles de Karlsruhe, ya sea a pie o en bicicleta, el medio de transporte más común en la ciudad, permite al buen observador descubrir una interesante composición de elementos muy diversos, peculiares y a veces contradictorios.
In diesem Jahr steht der 300 Geburtstag Karlsruhes vor der Tür. Eine exzellente Gelegenheit ein wenig über diese Stadt zu reflektieren; denn ob man die Straßen zu Fuß oder per Fahrrad (hierbei handelt es sich um das verbreitetste Verkehrsmittel) durchstreift, erlaubt es dem aufmerksamen Beobachter eine interessante Zusammensetzung diverser, eigentümlicher und manchmal auch widersprüchlicher Elemente.
Karlsruhe no es una ciudad de cuento de hadas: no tiene callecitas medievales estrechas, como en las narraciones de los hermanos Grimm, pero tiene joyas de gran valor arquitectónico desperdigadas en sus 27 barrios, cada uno de los cuales es poseedor de un carácter y un estilo muy particulares. La ciudad abanico, como se le conoce, nació de la idea fantasiosa de Karl-Wilhelm, Margrave de Baden, de diseñar la ciudad de sus sueños. De ahí el nombre de la ciudad: el descanso de Karl. Sin embargo nos preguntamos si Karl-Wilhelm no se retuerce en su tumba con todo el ruido y el caos que producen las interminables e innumerables obras que se están realizando actualmente…
Karlsruhe ist keine Märchenstadt; wir finden keine engen Mittelaltergäßchen wie in den Erzählungen der Gebrüder Grimm, dafür aber verstreut über 27 Stadtteile architektonische Schmuckstücke wobei jedes für sich einen sehr partikulären Stil und Charakter aufweist. Die Stadt, auch als Fächerstadt bekannt, wurde geboren nach einer phantasievollen Idee vom Markgraf von Baden, Karl-Wilhelm, der mit der Umsetzung dieser Idee die Stadt seiner Träume entwarf. Aus diesen Umständen leitet sich auch der Name der Stadt, Karls Ruhe, ab. Jedoch muß man sich nun ernsthaft fragen ob sich Karl Wilhelm nicht in seinem Grabe umdrehen würde bei all dem Krach und Chaos den die kaum zählbaren und scheinbar endlosen Bauarbeiten produzieren.
Karlsruhe no tiene murallas porque siempre ha tenido un carácter abierto: franceses, polacos, italianos, suizos e incluso alemanes de todo el país participaron en la fundación de la ciudad, allá por el año de 1715, constituyendo así un paisaje urbano y humano muy particular.
Karlsruhe verfügt über keinen Schutzwall, da die Stadt schon immer einen offenen Charakter besaß. Franzosen, Polen, Italiener, Schweizer und auch Deutsche jeglicher Region wirkten mit bei der Gründung der Stadt damals im Jahre 1715 und bildeten eine sehr besondere städtische und humane Gegend.
Recorrer las calles de Karlsruhe significa convivir con una interesante diversidad de idiomas, sabores, colores, músicas, actitudes y maneras de pensar. Para ser una ciudad relativamente joven, comparada con muchas otras ciudades europeas, Karlsruhe goza de una escena cultural, intelectual y laboral, que permite un intercambio constante y enriquecedor. En efecto es un centro tecnológico, artístico y científico.
Durchstreifen der Straßen Karlsruhes bedeuted ein Erleben einer interessanten Vielfalt von Sprachen, Geschmäckern, Farben, Musik sowie Verhaltens -und Denkweisen. Für eine relativ junge Stadt, verglichen mit anderen europäischen Städten, erfreut sich Karlsruhe einer kulturellen und intellektuellen Szene sowie einem breiten Arbeitsmarktangebot. Tatsächlich ist die Stadt ein Zentrum für Technologie, Kunst und Wissenschaft, so daß für einen regen und bereichernden Wandel stets gesorgt ist.
Pero, quiénes son los aproximadamente 300.000 habitantes que conviven en Karlsruhe? Algunos seguramente han nacido aquí y aquí se han quedado. Otros han llegado de distintas latitudes alemanas por la itinerancia laboral o académica, fenómeno muy común en Alemania. Algunos son los hijos y los nietos de inmigrantes que ayudaron a reconstruir el país, que han nacido aquí pero que han vivido bajo las tradiciones de sus familias. Otros incluso han tenido que atravesar muchos miles de kilómetros para llegar a este destino, final o transitorio. Estos últimos, aparte del hecho de aprender el idioma del país, de paso tienen también que acostumbrarse al dialecto de la región.
Aber wer sind diese nahezu 300.000 Bewohner, die in Karlsruhe zusammen leben? Viele von ihnen wurden sicherlich hier geboren und sind auch geblieben. Andere kamen aus den verschiedensten Winkeln Deutschlands weil ihr beruflicher Werdegang es so wollte oder eben um zu studieren. Ausserdem trifft man auf Kinder und Enkelkinder von Gastarbeitern, die, zwar in Deutschland geboren, oft unter den Traditionen ihrer Familien groß wurden. Und wieder andere mußten (oder wollten) viele tausend Kilometer Reise auf sich nehmen um an dieses Ziel zu kommen, endgültig oder vorübergehend. Diese letzt genannten haben allerdings eine zusätzliche Aufgabe: neben des Erlernens der deutschen Sprache müßen sie sich an den hiesigen Dialekt gewöhnen.
En este último grupo hay una paleta muy amplia de posibilidades, que incluye no sólo a aquellos que han llegado aquí como estudiantes o practicantes sino también a aquellos que, viendo pocas posibilidades laborales en sus países de origen, han emprendido el viaje hacia la capital alemana del internet. Otro grupo, de entre otros muchos, pero quizá el más complejo, es el de los refugiados, que han encontrado en Karlsruhe una ciudad de acogida tras una larga y angustiante travesía desde sus países en conflicto. Bienvenidos por muchos, rechazados por otros tantos. Las nueve marchas de Kagida ocurridas en los últimos meses son bastante elocuentes. Pero también los que marchan en su contra. Ojalá que el espíritu de brazos abiertos con el que fue concebida la ciudad de Karl-Wilhelm prevalezca por encima del racismo, la intolerancia, la xenofobia y el nacionalismo. En Karlsruhe debería haber cabida para todos y ya contagiados del espíritu de celebración (por cierto: cuánto dinero le estará costando el fiestón a la ciudad?) pues no nos queda más que decir: Feliz cumpleaños número 300, Karlsruhe!
In dieser letzten Gruppe haben sich die diversesten Gründe für ein Leben in Karlsruhe herauskristallisiert. Unter ihnen sind nämlich nicht nur Studenten und Praktikanten sondern auch viele, die in ihrer Heimat kaum Chancen auf Arbeit besitzen und sich für eine Reise zu der Internethauptstadt Deutschlands entschlossen haben. Eine weitere Gruppe zwischen vielen Anderen aber vielleicht die Komplexeste handelt von Flüchtlingen, welche mit Karlsruhe eine aufnahmefreundliche Stadt fanden nach einer langen und angstvollen Reise aus ihrem konfliktreichen Heimatland. Willkommen geheißen von Vielen, aber auch abgelehnt von genügend Anderen. Die neun Kagida Protestmärsche, welche in den vergangenen Monaten stattfanden sind aussagekräftig, aber eben auch die Gegenprotestmärsche. Hoffentlich behält die Grundidee, mit der Karlsruhe geschaffen wurde die Oberhand über Rassismus, Intoleranz, Fremdenfeindlichkeit und Nationalismus. In Karlsruhe sollte Platz sein für alle und bereits angesteckt von der Feierlaune (Wieviel dieses Fest den Steuerzahler wohl kosten wird ?) bleibt nichts anderes zu sagen: Herzlichen Glückwunsch Karlsruhe zum dreihundertsten Geburtstag !
In diesem Jahr steht der 300 Geburtstag Karlsruhes vor der Tür. Eine exzellente Gelegenheit ein wenig über diese Stadt zu reflektieren; denn ob man die Straßen zu Fuß oder per Fahrrad (hierbei handelt es sich um das verbreitetste Verkehrsmittel) durchstreift, erlaubt es dem aufmerksamen Beobachter eine interessante Zusammensetzung diverser, eigentümlicher und manchmal auch widersprüchlicher Elemente.
Karlsruhe no es una ciudad de cuento de hadas: no tiene callecitas medievales estrechas, como en las narraciones de los hermanos Grimm, pero tiene joyas de gran valor arquitectónico desperdigadas en sus 27 barrios, cada uno de los cuales es poseedor de un carácter y un estilo muy particulares. La ciudad abanico, como se le conoce, nació de la idea fantasiosa de Karl-Wilhelm, Margrave de Baden, de diseñar la ciudad de sus sueños. De ahí el nombre de la ciudad: el descanso de Karl. Sin embargo nos preguntamos si Karl-Wilhelm no se retuerce en su tumba con todo el ruido y el caos que producen las interminables e innumerables obras que se están realizando actualmente…
Karlsruhe ist keine Märchenstadt; wir finden keine engen Mittelaltergäßchen wie in den Erzählungen der Gebrüder Grimm, dafür aber verstreut über 27 Stadtteile architektonische Schmuckstücke wobei jedes für sich einen sehr partikulären Stil und Charakter aufweist. Die Stadt, auch als Fächerstadt bekannt, wurde geboren nach einer phantasievollen Idee vom Markgraf von Baden, Karl-Wilhelm, der mit der Umsetzung dieser Idee die Stadt seiner Träume entwarf. Aus diesen Umständen leitet sich auch der Name der Stadt, Karls Ruhe, ab. Jedoch muß man sich nun ernsthaft fragen ob sich Karl Wilhelm nicht in seinem Grabe umdrehen würde bei all dem Krach und Chaos den die kaum zählbaren und scheinbar endlosen Bauarbeiten produzieren.
Karlsruhe no tiene murallas porque siempre ha tenido un carácter abierto: franceses, polacos, italianos, suizos e incluso alemanes de todo el país participaron en la fundación de la ciudad, allá por el año de 1715, constituyendo así un paisaje urbano y humano muy particular.
Karlsruhe verfügt über keinen Schutzwall, da die Stadt schon immer einen offenen Charakter besaß. Franzosen, Polen, Italiener, Schweizer und auch Deutsche jeglicher Region wirkten mit bei der Gründung der Stadt damals im Jahre 1715 und bildeten eine sehr besondere städtische und humane Gegend.
Recorrer las calles de Karlsruhe significa convivir con una interesante diversidad de idiomas, sabores, colores, músicas, actitudes y maneras de pensar. Para ser una ciudad relativamente joven, comparada con muchas otras ciudades europeas, Karlsruhe goza de una escena cultural, intelectual y laboral, que permite un intercambio constante y enriquecedor. En efecto es un centro tecnológico, artístico y científico.
Durchstreifen der Straßen Karlsruhes bedeuted ein Erleben einer interessanten Vielfalt von Sprachen, Geschmäckern, Farben, Musik sowie Verhaltens -und Denkweisen. Für eine relativ junge Stadt, verglichen mit anderen europäischen Städten, erfreut sich Karlsruhe einer kulturellen und intellektuellen Szene sowie einem breiten Arbeitsmarktangebot. Tatsächlich ist die Stadt ein Zentrum für Technologie, Kunst und Wissenschaft, so daß für einen regen und bereichernden Wandel stets gesorgt ist.
Pero, quiénes son los aproximadamente 300.000 habitantes que conviven en Karlsruhe? Algunos seguramente han nacido aquí y aquí se han quedado. Otros han llegado de distintas latitudes alemanas por la itinerancia laboral o académica, fenómeno muy común en Alemania. Algunos son los hijos y los nietos de inmigrantes que ayudaron a reconstruir el país, que han nacido aquí pero que han vivido bajo las tradiciones de sus familias. Otros incluso han tenido que atravesar muchos miles de kilómetros para llegar a este destino, final o transitorio. Estos últimos, aparte del hecho de aprender el idioma del país, de paso tienen también que acostumbrarse al dialecto de la región.
Aber wer sind diese nahezu 300.000 Bewohner, die in Karlsruhe zusammen leben? Viele von ihnen wurden sicherlich hier geboren und sind auch geblieben. Andere kamen aus den verschiedensten Winkeln Deutschlands weil ihr beruflicher Werdegang es so wollte oder eben um zu studieren. Ausserdem trifft man auf Kinder und Enkelkinder von Gastarbeitern, die, zwar in Deutschland geboren, oft unter den Traditionen ihrer Familien groß wurden. Und wieder andere mußten (oder wollten) viele tausend Kilometer Reise auf sich nehmen um an dieses Ziel zu kommen, endgültig oder vorübergehend. Diese letzt genannten haben allerdings eine zusätzliche Aufgabe: neben des Erlernens der deutschen Sprache müßen sie sich an den hiesigen Dialekt gewöhnen.
En este último grupo hay una paleta muy amplia de posibilidades, que incluye no sólo a aquellos que han llegado aquí como estudiantes o practicantes sino también a aquellos que, viendo pocas posibilidades laborales en sus países de origen, han emprendido el viaje hacia la capital alemana del internet. Otro grupo, de entre otros muchos, pero quizá el más complejo, es el de los refugiados, que han encontrado en Karlsruhe una ciudad de acogida tras una larga y angustiante travesía desde sus países en conflicto. Bienvenidos por muchos, rechazados por otros tantos. Las nueve marchas de Kagida ocurridas en los últimos meses son bastante elocuentes. Pero también los que marchan en su contra. Ojalá que el espíritu de brazos abiertos con el que fue concebida la ciudad de Karl-Wilhelm prevalezca por encima del racismo, la intolerancia, la xenofobia y el nacionalismo. En Karlsruhe debería haber cabida para todos y ya contagiados del espíritu de celebración (por cierto: cuánto dinero le estará costando el fiestón a la ciudad?) pues no nos queda más que decir: Feliz cumpleaños número 300, Karlsruhe!
In dieser letzten Gruppe haben sich die diversesten Gründe für ein Leben in Karlsruhe herauskristallisiert. Unter ihnen sind nämlich nicht nur Studenten und Praktikanten sondern auch viele, die in ihrer Heimat kaum Chancen auf Arbeit besitzen und sich für eine Reise zu der Internethauptstadt Deutschlands entschlossen haben. Eine weitere Gruppe zwischen vielen Anderen aber vielleicht die Komplexeste handelt von Flüchtlingen, welche mit Karlsruhe eine aufnahmefreundliche Stadt fanden nach einer langen und angstvollen Reise aus ihrem konfliktreichen Heimatland. Willkommen geheißen von Vielen, aber auch abgelehnt von genügend Anderen. Die neun Kagida Protestmärsche, welche in den vergangenen Monaten stattfanden sind aussagekräftig, aber eben auch die Gegenprotestmärsche. Hoffentlich behält die Grundidee, mit der Karlsruhe geschaffen wurde die Oberhand über Rassismus, Intoleranz, Fremdenfeindlichkeit und Nationalismus. In Karlsruhe sollte Platz sein für alle und bereits angesteckt von der Feierlaune (Wieviel dieses Fest den Steuerzahler wohl kosten wird ?) bleibt nichts anderes zu sagen: Herzlichen Glückwunsch Karlsruhe zum dreihundertsten Geburtstag !